27 de set. 2016

Fotografiar a menores en la calle

Este, es un tema debatido hasta la saciedad en el mundo fotográfico, y aunque hay cierto consenso, con frecuencia hay casos dudosos en los que las opiniones son dispares.

La ley es bastante clara en cuanto a definiciones genéricas, aunque a veces por la propia complejidad de recojer absolutamente todos los casos posibles (infinitos), permite interpretaciones y abre dudas en su aplicación estricta en casos específicos, por ese motivo una legión de abogados viven de buscar los "agujeros legales" o interpretaciones, justificaciones, situaciones, etc. que pueden dar como resultado sentencias distintas a casos aparentemente parecidos.

Lo que supongo, si tienen claro la mayoría de los jueces en todas las leyes, es la razón de la ley, una ley no puede ser arbitraria, que se quiere proteger, porqué y en que circunstancia es aplicable.

La globalidad y la masificación en núcleos urbanos de todo el mundo, hacen muy difícil aplicar el sentido estricto de esta ley, que junto con la LOPD, intenta proteger el abuso de información de uno mismo; y nuestra imagen, es un dato más. Hay cientos de miles de cámaras grabando constantemente, ¿podemos asegurar el buen uso de esta información?, a pesar de las restricciones en su uso, la respuesta es NO.

En las Ramblas de Barcelona, para los que no las conozcais, es de las zonas del mundo que más móviles y cámaras hay por metro cuadrado, miles de turistas haciendo fotos sin cesar por doquier, ¿quién puede controlar esto?, nadie.

En todos los pueblos y ciudades existen multitud de fiestas, manifestaciones culturales o festivas, desfiles, etc... Cientos o miles de fotos en las que aparecen menores. ¿Qué se puede hacer, prohibir hacer fotos? ¿pedir permiso a los cientos o miles de padres?, absurdo ¿no?. No cabe duda que la única solución es aplicar el sentido común, sobretodo en el uso que se haga de la imagen.

Entre el fundamentalista que intuye que el niño que se aprecia en el fondo, en el retrato que has hecho a tu primo, podría ser su hijo y te denuncia, y el fotógrafo caza-fantasmas que usa un 500mm y su máquina tiene un sensor de 50 megapíxeles, hace un plano general y de ahí saca un primer plano de un menor, y la pone como reclamo en su web de fotógrafo profesional, hay una diferencia abismal, en la que nos encontramos la inmensa mayoría.

El pasado jueves día 22, hice una salida por la ciudad poco productiva fotográficamente, como la mayoría de las veces, en el recorrido me paré en la plaza Castilla, y me llamó la atención el colorido que formaban el rótulo de señalización y la puerta con el grafitti del fondo, una foto sin interés, pero cuando uno va seco, cualquier cosa vale para levantar el ánimo, en eso que aparece una fila de chiquillos que entran en una escuela, esperé unos segundos he hice la foto. Llevaba montado mi habitual 27mm y estaba a unos 20 mts. de los chiquillos. Mirando a través del visor, apenas me di cuenta del esperpéntico performance que se montó, llegó a mis oidos ¡ahora hace ver que fotografía el edificio!, bajé la cámara y vi los gestos y gritos de una maestra (o lo que fuere) gritando histéricamente, en segundos se acercó hacia mi gesticulando y con voz sonora el maestro (o lo que fuere) ¡está prohibido hacer fotos! ¡no pictures!, cuando el fundamentalista llegó hasta mi, seguía vociferando en inglés, parece que tengo aspecto de guiri, cuando llegó hasta mi, seguía vociferando ¡no fotos! ¡prohibido!, cuando se calmó, le mostré la foto, y su reacción fue, "bueno, esta es discutible"

Esta es la foto:


Me quedé a cuadros, la plaza Castilla se encuentra en plena zona turística de Barcelona, cerca de la calle Tallers y las Ramblas, con toda seguridad estos chiquillos estan en un montón de tarjetas y móviles, pero se cebaron en mi, puede porqué usaba una cámara, y a los fundamentalistas las cámaras les excitan, los móviles, "ya se sabe" son otra cosa.

El varón montó un número de cuidado, acompañado del coro femenino fundamentalista de fondo, total para nada, para girar la espalda e irse por donde había venido. Ni decir tiene que la plaza estaba llena de gente, y me sentí avergonzado, como una especie de depravado que había hecho no se que fechoría.

Si no hubiera habido esta representación de la intolerancia, esta foto vista en el ordenador la hubiera desestimado, como muchas. Si se hubiera acercado con educación, y me hubiese pedido borrarla, lo hubiera hecho, aunque no tenga ninguna obligación de hacerlo. Pero su desmedida reacción en público, hace que la publique y escriba este post.

En fin, son gajes de fotógrafo callejero, seguiré haciendo fotos sin menores o con ellos, siempre que considere que la foto valga la pena y no menosprecie la imagen del fotografiado, evidentemente sin primeros planos a no ser que vista algo que no se le identifique o tenga autorización de su tutor.

Una de las contradicciones de nuestra sociedad, se hace evidente al contemplar fotos turísticas realizadas en paises que aquí llamamos pomposamente "exóticos", como los del sur de Asia o de África, es sorprendente la facilidad, alegría y sin ningún reparo con la que gente de aquí fotografía menores en rabioso primer plano, y algunas veces en condiciones poco dignas. Debieramos proceder allí, de la misma forma que aquí, o ¿es que los menores de allí tienen menos derechos que los de aquí?, o como dificilmente alguien me va a denunciar, hago lo que no puedo hacer aquí. La inmensa mayoría de las fotos, no tienen el mínimo interés, el niño o niña, es guapo o no, sonrie o no, y tiene una mirada cautivadora o no, pues igual que los niños o niñas de aquí, solo que fotografiar a los de aquí puede tener consecuencias.

Y como hay excepciones, y algunas son buenas fotos, y nadie las denuncia, ahí quedan (por suerte)

Aquí dos ejemplos del señor National Geographic:
IMAGEN 1   - IMAGEN 2

otra del señor NYTimes:
IMAGEN 3

Que no me digan, que han pedido permiso a sus padres o tutores, que como dice la hija de un amigo: Me troncho y me parto.

Saludos.


14 comentaris:

  1. Pues yo soy más radical que tu incluso. Yo a veces he mostrado de fotos de menores en primer plano y de menores encontrados por la calles, porque la foto me ha llamado la atención por algún motivo o porque los niños tenían una pose melancólica o por lo que sea. Y si el padre o un familiar reconoce el niño y me pide que la borre del blog, la borro, aunque preferiría que le gustase la foto y me la pidiese como me ha pasado alguna vez con algún adulto.

    Y la foto que nos muestras, a esa distancia, desde luego no es motivo de ningún tipo recriminación, yo desde luego no hubiera borrado la foto. Muchas incultura es lo que hay con respecto a este tema, y mucho fanatismo e irracionalidad pero por parte de los que recriminan nada. Y la reflexión de las fotos a niños que se realizan en el tercer mundo no puede ser más acertada. Allí si que se permite todo.

    Yo como te conté formo parte de una colla de Geganters y hago muchas fotos en las salidas y luego se las paso a los miembros de la colla. Pues dentro de ella también noto que hay gente a la que hasta les hace gracia que haga fotos buenas de sus hijos (seguro que se las deben incluso guardar) pero otros ya noto que no les hace tanta gracia. En fin, mi total apoyo en este tema.

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    1. Si, se lo piensas al respecto. Yo soy algo más blando, y me lo pienso tres veces, por eso me sorprendió la reacción desmesurada de los que desgraciadamente, se convirtieron en protagonistas. Es cierto, que hay bastante incultura, en este tema y otros, la gente reacciona de oidas, y hace un credo de lo que oye de pasada.
      Tu comentario, me reconforta aunque sea a tiro pasado, si supieras como me sentí en aquel momento...bufff!
      Gracias, José Antonio.

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  2. Los que tenemos cierta experiencia en fotografía urbana sabemos que es un tema complicado y que ante una misma situación las personas pueden reaccionar de manera muy distinta, desde querer salir en la foto a toda costa a mostrarse molestos.

    Y cuando hay niños por medio aún más.

    Es por ello que debemos estar preparados para cualquier cosa y ser especialmente sensibles con las reacciones que despierta nuestra presencia fotográfica.

    Es normal que mostremos recelo cuando alguien pretende captar nuestra imagen o la de algún ser querido nuestro, hay que comprender la psicología del fotografiado y que quizá no se sienta bien con nuestra pretensión.

    Ante todo respeto, pero también ser respetados y saber racionalizar la situación por las partes implicadas.

    Y como la experiencia es un grado, hay un par de reglas cuando hago street photography que siempre procuro observar:

    -Nunca esconderme para tomar una imagen. Más bien todo lo contrario, lejos de dar a pensar que soy un ladrón de imágenes me planto delante de la escena y busco el asentimiento de los fotografiados. Normalmente lo dan o me ignoran, y si no me lo dan, pues a otra cosa, mariposa. Ya sé que ese no es tu caso, Ramon.

    O dicho en otras palabras, esconderse y que te descubran provoca recelo, obrar con naturalidad puede hacer que incluso uno pase desapercibido, lo cual es lo mejor que le puede a un fotógrafo.

    Pero aún así nunca estamos exentos de situaciones desagradables como la que te ha tocado vivir. Siempre nos podemos encontrar con personajes indeseables. Yo sin ir más lejos, hace un par de días una señora por llamarla de alguna manera, me montó un pollo por fotografiar un perro, ya tendrás noticias de ello, jaja

    -En caso de duda o conflicto y como sugería en el anterior punto, no insistir en buscar la foto, hay millones de fotos que siempre nos están esperando y en cualquier lugar o circunstancia.


    Una abraçada Ramon y endavant.

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    1. Estoy absolutamente de acuerdo contigo, Manel. Al principio, si que intentaba pasar desapercibido, casi escondiéndome, pero hace tiempo que no es así, actuo de la misma manera que describes.

      Desde luego es un tema controvertido, pero no me obsesiona, esta, ha sido la experiencia que mas me ha hecho sentir mal, por la desproporción de la reacción, no por otra cosa.

      Una abraçada, Manel.

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  3. Em sap greu la situació que vas viure, Ramon. Estic d'acord amb tots els comentaristes que, aquesta imatge en particular, és absolutament inofensiva i no infringeix cap dret dels que s'hi veuen representats.

    Dic això perquè no hem d'oblidar el que diu la llei espanyola sobre fotografiar al carrer: està prohibit capturar imatges en que hi hagi persones reconeixibles. Amb quatre excepcions: que en tinguem autorització, que sigui un personatge públic, que hi hagi raons històriques, científiques o culturals que justifiquin la imatge o be que la imatge sigui d'un esdeveniment públic en que les persones siguin subjectes accessoris.

    És a dir, la majoria de fotògrafs que ens agrada el carrer estem infringint la llei constantment. Hem de ser conscients d'aquest fet i denunciar-ho. Amb una legislació així, moltes de les imatges icòniques de la història de la fotografia no s'haguessin pogut fer.

    Per sort, la gent sol ser més sensata que els juristes, i seguint les regles que comenta en Minimal, no solem tindre problemes. Però és una trista pena haver d'enfrontar situacions com la que s'ha trobat en Ramon sabent que la llei ens criminalitza més que no pas defensa.

    Per altra banda, també entenc els veïns del centre de Barcelona. Entenc que l'excés turístic que viu la ciutat provoqui crispacions i reaccions desproporcionades. El fet que et digués "No photo" ja indica fins a quin punt els ciutadans de la zona senten la seva intimitat envaïda per l'allau turístic. Llàstima que en aquest cas paguin justos per pecadors.

    Ànims Ramon! La feina que fem és honesta i n'hem d'estar orgullosos, malgrat els entrebancs.

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    1. Soc concient de que els fotògrafs de carrer, estem casi sempre al límit de la dichosa llei. I sobretot, la masificació turística es la culpable de moltes de les reaccions, els veins de segons quins barris de Barcelona han de suportar una presió molt més del que és raonable. Ho entenc, perqué jo mateix la pateixo al sortir del portal de casa meva.

      Dit això, també penso que el sentit comú per part de tothom, ens permet conviure de manera que no estiguem crispats continuament.

      Gràcies per les tevs paraules, Ferran.

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  4. Siento mucho lo que te pasó Ramón, no hagas caso, son gajes del oficio y energúmenos siempre hay en todas partes, por desgracia. No te des mal y que no influya este hecho aislado en tu buen hacer fotográfico.

    Un abrazo.

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    1. Gracias Enrique, es cierto que son gajes del oficio, y este caso concreto no va ha influir en mi manera de hacer. Como digo, solo la circunstancia de la desproporción de la reacción, ha sido el envite para publicarla.

      Un abrazo.

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  5. És una pena que més tard o més d'hora sempre ens podem acabar trobant en situacions d'aquestes. Em sap greu, Ramon. Jo m'hauria sentit com un lladre agafat in fraganti... però sense ser-ho.

    La foto és una ironia estupenda sobre la teva història, Ramon. Dos mestres, o el que siguin, amb el dit aixecat i col·locats simètricament a banda i banda d'un cartell de videovigilància...

    Salut!

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    1. Si, tard o d'hora ens trobem amb situacions com aquesta. En certa manera la foto és tota una ironia.
      Gràcies Oriol.

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  6. Difícil situación, Ramón. Hoy por hoy la legislación en esta materia es tan absurda que a los fotógrafos solo nos queda ir al campo y, como mucho, fotografiar alguna vaca pero, eso sí, que no se vea la chapita de la oreja para que no se identifique al ganadero. Paciencia amigo.
    Un abrazo,

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    1. Desde luego, no queda otra opción que armarse de paciencia, y seguir en el filo de lo absurdo con la posibilidad de algún tropezón de vez en cuando.
      Un abrazo, Miguel.

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  7. Lamentable, Ramón. Hay mucha ignorancia y mucha falta de sentido común. Cuando se junta ambas cosas se producen este tipo de situaciones. ¿De dónde habrán sacado que está prohibido hacer fotos en plena calle? ¿y esta absurda sacralización del menor? ¿de verdad creen que hacer una foto es un ataque? ¿a qué? Seguramente esa misma gente se reirá de los pueblos que creen que las fotografías les roban el alma. Tema distinto es el de su publicación, y más aun si obtenemos algún tipo de beneficio económico con ello. Pero entre publicar en un medio de comunicación de masas y un blog como los nuestros media un abismo. Como bien dices, Ramón, habrá que tener paciencia y hacer labor de educación y civismo con estas personas, si es que están en condición de escucharnos, claro.

    Un abrazo.

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    1. Estoy, como no, de acuerdo con tu comentario, sobretodo en esta sacralización del menor, cierto que hay que proteger a los menores, de su imagen y del posible mal uso, pero de ahí a reflejar mediante una inocente imagen el día a día de una ciudad, hay un abismo. Aunque me temo que hay bastante gente que no está en condición de escuchar a nadie, Posiblemente tampoco se escuchan a si mismos.
      Un abrazo, Xuan.

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